Los riesgos de los bonos basura
Un bono basura es un título de renta fija que conlleva unos riesgos muy elevados para el inversor. Normalmente, los bonos basura son emitidos por entidades poco conocidas o con una calificación crediticia mala, por debajo del grado de inversión. Y es que invertir en estos bonos supone asumir el riesgo de que la empresa entre en bancarrota o en suspensión de pagos.
A cambio, la remuneración y los dividendos que se pueden obtener con la compra de estos bonos están muy por encima de la rentabilidad de otro tipo de bono de mayor calidad. Es por ello por lo que este bono también recibe el nombre de bono de alto rendimiento, un término mucho más eufemístico y menos peyorativo que la primera denominación. Sin embargo, no hay que olvidar que el nivel de riesgo sobrepasa todos los límites de cualquier tipo de inversión y que, aunque se puede ganar mucho dinero, también se puede perder.
Las empresas emisoras
Las empresas emisoras de estos bonos han de pagar un interés muy alto para resultar atractivos a los inversores y que haya una compensación por su mala calificación en las agencias. Las agencias de calificación o rating son las encargadas de subir o bajar la nota a las empresas o a los países en función de una serie de parámetros. En la actualidad, las tres agencias más importantes son las norteamericanas Standard and Poor’s, Moody’s y Fitch. Sus notas suelen aparecer en la prensa con regularidad y ocupar los telediarios por su influencia. Dichas notas se componen de letras mayúsculas y números.
Tipos de entidades emisoras
Podemos distinguir tres tipos de entidades emisoras. En primer lugar, encontramos las empresas nuevas o de creación reciente que buscan financiación y que son desconocidas para la mayoría de los inversores.
A continuación, están las empresas que no son nuevas pero que no cuentan con una buena calidad o reputación en términos de solidez crediticia. En último lugar, están aquellas empresas que se conocen como “ángeles caídos”. Se trata de compañías que gozaban de una buena calificación y de un buen grado de inversión en el pasado y que actualmente han perdido su anterior reputación.
Un caso aparte son los países en vías de desarrollo. Los países emergentes también emiten bonos de deuda pública, pero debido, en ocasiones, al contexto social y político de la nación, los conflictos o el escaso grado de fiabilidad por parte de muchos inversores hacen que los títulos de estos los bonos de las empresas de estos países sean considerados también como bonos de alto rendimiento.