Ahorrar sin riesgos
El paradigma de cualquier persona que quiera invertir su dinero ahorrado, es el de que su elección sea total y absolutamente segura, es decir, que no corra ningún peligro el capital inicial entregado, ni los intereses que haya ido generando el mismo a lo largo del tiempo. Pero esta seguridad va íntimamente relacionada con otros dos aspectos muy a tener en cuenta: la rentabilidad y la disponibilidad. La rentabilidad es la capacidad que tiene un producto financiero para hacer crecer nuestro capital, con base en los intereses establecidos. Por su parte, la disponibilidad se refiere a la posibilidad de disponer en el tiempo el dinero invertido, por ejemplo, en una cuenta corriente será inmediata, mientras que en un depósito fijo será al final del mismo. Indiferentemente de los consejos que recibamos sobre estas inversiones, deberemos analizar cada uno de estos puntos para decidirnos por un plan para nuestros ahorros.
Hay que tener siempre presente que estos tres conceptos: seguridad, rentabilidad y disponibilidad, no se llevan muy bien, y en el momento en el que crezcan las dos últimas, bajará la primera. Analizando el mercado financiero, observamos tres opciones de ahorrar sin riesgos:
Cuentas remuneradas: son cuentas corrientes que ofertan unos intereses más altos de lo habitual, para nuevos clientes de la entidad, o para aumentos de saldo de sus ya clientes. Por supuesto, cuentan con toda la seguridad posible, ya que nuestro dinero está totalmente garantizado en situaciones normales, y de una disponibilidad inmediata, ya que el dinero de una cuenta remunerada, es considerado como cuasi-líquido. Estando atentos a las distintas ofertas de los bancos y cajas de ahorro, podremos sacar un rendimiento aceptable a nuestros ahorros.
Depósitos a plazo: Este producto financiero consiste en el depósito de una determinada cantidad de dinero bajo el compromiso de no retirarlo hasta la fecha de vencimiento del mismo. Aquí la seguridad es prácticamente absoluta, ya que el Fondo de Garantía de Depósitos cubre hasta 100.000 Euros por persona en cada banco o caja. Se pierde, en contra, en disponibilidad, ya que en caso de retirar el capital antes de la fecha establecida, se perderá una parte de los intereses generados. La rentabilidad es bastante superior a la de las cuentas corrientes.
Fondos de inversión garantizados: Los fondos de inversión son capitales colectivos formados por la aportación de muchos pequeños ahorradores, y gestionados por una sociedad financiera. Estas sociedades invierten los fondos en diferentes valores de renta fija y variable, pero siempre garantizando la devolución del capital ingresado. La rentabilidad es mayor que en los casos anteriores, y la disponibilidad es inmediata. En cambio, la seguridad no es total, ya que en caso de que el fondo sea deficitario, no se podrán retirar los intereses generados por nuestro dinero.