Los impuestos, a fondo
Los impuestos son una medida con la que el Estado obtiene financiación para llevar a cabo su actividad. De hecho, se dice que financian entre un 75 y un 80% los gastos del Estado.
El Estado impone una serie de impuestos que los ciudadanos y las empresas han de pagar obligatoriamente. Para elaborarlos, el Estado se basa en una serie de principios que garanticen la equidad, la neutralidad y la simplicidad de los mismos:
- Principio de equidad: este principio implica la participación de todos los ciudadanos en la financiación del gasto público. Para que sea un sistema justo, los impuestos que pague cada persona dependerán de su capacidad adquisitiva o de si disfruta de más o menos servicios públicos.
- Principio de neutralidad: el sistema tributario no debe repercutir en las decisiones de los agentes económicos (familias y empresas) ni en las fuerzas del mercado.
- Principio de simplicidad: los impuestos han de ser fáciles de aplicar.
Por lo general, suele ser complicado que un Estado pueda cumplir los tres principios a la hora de elaborar y recaudar un impuesto. Sin embargo, sí que se intenta llegar a un equilibrio entre ellos.
Elementos del impuesto
Un impuesto está formado por los siguientes elementos:
- Hecho imponible: el motivo que origina la obligación de pagar un impuesto. Por ejemplo: comprar una casa, heredar de un familiar, tener un sueldo…
- Sujeto pasivo: la persona, física o jurídica, que debe pagar el impuesto.
- Base imponible: es la cantidad de dinero que va a gravar el impuesto (el salario, un premio, una herencia).
- Base liquidable: es la cantidad que queda de restar a la base imponible las reducciones que se contemplen en la ley que regule el impuesto.
- Tipo de gravamen o tipo impositivo: es el porcentaje, fijo o variable, que se impone a la base liquidable para calcular la cantidad a recaudar.
- Cuota íntegra: es la cantidad que queda después de aplicar el tipo de gravamen a la base liquidable.
- Cuota líquida: es el resultado de deducir de la cuota íntegra las deducciones que se contemplen y sean aplicables según la ley de cada impuesto.
- Deuda tributaria: es la cuota líquida más lo recargos o multas que el contribuyente tenga pendientes por pagar.
Tipos de impuestos
Por último, cabe mencionar que existen varios tipos de impuestos en función de distintas variables:
a) Por un lado, están los impuestos que varían en relación a la capacidad de pago del contribuyente:
- Impuestos Progresivos: cuanto mayor sea su renta, más impuestos paga el contribuyente.
- Impuestos Regresivos: cuanto menor sea la renta del contribuyente, mayor es la cantidad de impuestos que tiene que pagar.
- Impuestos Proporcionales: la cantidad a pagar es la misma independientemente de la renta percibida.
b) Por otro lado, están los impuestos que gravan el consumo o la renta del ciudadano:
- Impuestos directos: son aquellos impuestos que gravan el patrimonio o la renta de las personas físicas o jurídicas (IRPF, impuesto de sociedades).
- Impuestos indirectos: son aquellos que gravan el consumo o el gasto (IVA).