Cómo invertir en el extranjero
Con la crisis que ha azotado nuestro país desde 2008, son muchos los inversores que han decidido sacar sus ahorros de España e invertir su dinero en el extranjero. Este fenómeno ha aumentado debido a las dudas sobre la marcha de la economía española y sus distintos sectores
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No sólo la situación económica española ha motivado a los inversores a invertir en el extranjero. La búsqueda de mayores beneficios por el cambio de moneda o el deseo de invertir en sectores que en España se hallan deprimidos, son otras razones por las que la inversión en el extranjero se considera una buena opción.
Aunque hay que tener en cuenta que, debido a la recesión económica española, no son nuestros ahorros los que están en peligro, sino la depreciación de la moneda y la consiguiente pérdida de capacidad adquisitiva, hay cada vez más personas que se han decidido por este tipo de inversión. Se trata de un proceso relativamente sencillo, que podemos hacer desde nuestro ordenador conectado a internet o a través del teléfono.
Pasos para invertir fuera de España
Para invertir en activos financieros extranjeros debemos acudir a un intermediario, es decir, a una Sociedad o una Agencia de Valores o a una entidad bancaria, que pueda ofrecernos este tipo de inversión y que lo hagan bajo unas condiciones y unas tasas o comisiones aceptables y que nos sean rentables.
En el momento en que hayamos encontrado un intermediario que nos ofrezca el tipo de servicio que buscamos, se nos abrirá una cuenta con la que podremos invertir en los distintos mercados extranjeros. A continuación debemos evaluar y analizar detenidamente en qué sector o en qué empresa nos gustaría invertir.
Hemos de tener en cuenta también la fiscalidad y la moneda. En España se nos aplica una retención del 19% sea la empresa en la que hemos invertido española o no, y además, normalmente en el país de origen del activo financiero que hemos adquirido también se nos aplicará la fiscalidad que corresponda. Es decir, si invertimos en el extranjero estaremos sometidos a una doble retención.
Por último, cabe decir que dependiendo del tipo de activo que contratemos (fondo de inversión, acciones, derivados), asumiremos un riesgo mayor o menor con nuestras inversiones y, por tanto, habrá una posibilidad mayor o menor de obtener beneficios o de perder mucho dinero. Por ello, debemos pensar qué es lo que queremos obtener con nuestra inversión antes de comprar ningún producto financiero extranjero.