Tipos de inversiones

En economía, la inversión consiste en el empleo de capital para obtener una serie de ganancias en el futuro; es decir, es el acto mediante el que adquirimos unos determinados bienes para obtener unos ingresos extra o unas rentas en el futuro.

Así, nosotros, como inversores, podemos colocar dinero en una empresa para cosechar un rendimiento, sea por el interés, el dividendo o por la venta a de la inversión por un valor mayor por el que la compramos.

En ocasiones se utiliza el término activo (fijo) como sinónimo de inversión. Estos activos se caracterizan por su rentabilidad o posibilidad de obtener beneficios; por su seguridad, es decir, si corremos riesgo o no al comprarlos; y la liquidez o la facilidad con que podemos transformar el activo en dinero líquido, sin que ello conlleve pérdidas.

Tipos de inversión

A continuación vamos a comentar los distintos tipos de inversión que podemos hacer según varias variables. Así, dependiendo del tiempo requerido, las inversiones pueden ser:

1. A largo plazo: para realizar una inversión a corto plazo de necesita una cantidad de dinero llamada capital inicial. Son a largo plazo porque son las que más tiempo requieren, pero con ellas podemos obtener unos beneficios más altos que con el resto de inversiones. Este tipo de inversión se suele hacer cuando se monta una empresa.

2. A plazo medio: son aquellas cuyos beneficios no podemos adquirirlos a corto plazo pero tampoco hemos de esperar tanto tiempo como con las inversiones a largo plazo. La compra y la venta de divisas o de un inmueble son inversiones a medio plazo.

3. A corto plazo: es aquella inversión cuyo capital invertido se puede recuperar, junto con los beneficios, de forma muy rápida y que conlleva pocos riesgos pues su capacidad de liquidez es alta. Sin embargo, puede conllevar que los beneficios que obtengamos con ellas no sean tan altos como con las inversiones a largo plazo.

Ahora pasamos a describir los tipos de inversiones que encontramos en el mercado financiero:

1. Bonos: son títulos emitidos por una entidad pública o privada, que consiste en una promesa de pago por parte del emisor hacia el inversor que haya comprado dicho bono. Conllevan poco riesgo y mucha estabilidad y tienden a ser a largo plazo.

2. Acciones: mediante la compra de acciones, el inversor adquiere ciertos derechos de propiedad de una empresa. Entonces pasa a formar parte de la junta de accionistas y puede participar en la toma de decisiones de la misma.

3. Depósitos: los depósitos son inversiones a corto plazo muy seguras, pues el inversor puede reclamar que se le devuelva todo su capital inicial, por lo que este tipo de inversión no implica pérdidas.

4. Propiedad: las inversiones de propiedad son inversiones a largo plazo que pueden conllevar grandes ganancias, siendo además muy seguras.